Aunque a los españoles de mi quinta esto de la noche de Halloween nos ha pillado algo mayores como para adaptarlo a nuestras constumbres, no deja de ser algo simpático. Nuestros críos que son de la era de la consola, el móvil y la tablet, esto de Halloween lo consideran suyo propio y aunque de momento, salvo fiestorros de los más jóvenes, pocas actividades relacionadas con esta noche merecen la pena.
Como es habitual, he encontrado una combinación perfecta entre la noche de Halloween y las bicicletas. Cada año se vienen celebrando en diferentes ciudades de Estados Unidos la "Halloween Bicycle Ride", una fiesta de la bici pero disfrazados para la noche en cuestión. Una fiesta de bici para disfrutarla en familia, todos disfrazados, tomando las calles de la ciudad por la noche y disfrutando como niños. No es que sea pesimista, sino realista, pero mucho me temo que estas actividades en España nunca se darían. Primero por la férrea oposición de las autoridades a ceder las calles a cientos de ciclistas con sus hijos para una actividad sana y sin problemas. Y segundo, porque poquitos jóvenes participarían, puesto que el consumo de alcohol no es el "live motiv" de este tipo de actos.
En la misma linea de pasar una noche divertida de Pre-Halloween esta la "Zombie Bike Ride" que como suponemos, debemos llevar bici y disfrazarnos de zombies. Igual de divertida que la anterior pero temática y previa a la noche de Halloween. Otra original forma de pasar una fiesta comercial con nuestra familia y amigos sobre ruedas.
Para los que participen sobre una Brompton en estas actividades sobre ruedas con los "no muertos", Russ y Laura de Pathlesspedaled nos enseñaron que la Brompton puede tener múltiples usos en casos de apuro.
Ir al trabajo en bici, una tendencia que en España sigue siendo algo anecdótico, apenas un 2%, y que este año desde diferentes asociaciones se ha hecho fuerza para que se consolide como en otros países, está costando que cale en nuestra sociedad.
Nuestro vecinos británicos con su "Cycle to work" o el mundialmente "Bike to work" en el resto de países, es más que una tendencia con connotaciones ecológicas o de sostenibilidad para obtener unas ciudades menos contaminadas. Esta corriente va mucho más allá, es algo que hay que plantearse partiendo de esa primera y obvia mejora, pero que conlleva innumerables beneficios, tanto para el usuario, a nivel físico y emocional, como para sectores de negocio emergentes.
En anteriores post, vimos como el mercado de las bicicletas estaba en auge y como año tras año crecía, y con él, toda la manufactura e infraestructura que surge a su alrededor, dígase piezas, componentes, vestimenta, locales, ocio, reuniones, etc. Cuando este tipo de iniciativas son tomadas y dirigidas por manos expertas a niveles gubernamentales, los beneficios económicos de esta parte del pastel llegan a ser muy apetecibles para políticos que hasta ese momento se mostraban escépticos y reacios repercutiendo directamente en beneficio de todos los ciudadanos.
Para calar en toda la población, las administraciones en diferentes países tienen marcados en sus calendarios un día de ir al trabajo en bici. Con ello se busca la normalidad entre el conductor y el tráfico urbano y que de lo excepcional se convierta en lo cotidiano.
Pera además de ese día de ir al trabajo en bici, se incluye la semana de ir en bici al trabajo, bike to work week. Como dirían en nuestra querida España, "no querías caldo, toma dos tazas".
En muchas ocasiones los materiales modernos no son necesariamente mucho mejores que los usados antiguamente. Hoy en día la mayoría de bolsas y mochilas que se usan en ciclismo son de materiales sintéticos, cordura, nylon, pvc, etc.
Existe un material que ha sido usado durante siglos y que todavía hoy en día se sigue usando en bolsas y mochilas para el ciclismo. Ese material es el "cotton duck" (algodón pato). Un material 100% natural, totalmente respetuoso con el medio ambiente, muy resistente y que además tiene un encanto especial difícil de explicar.
Es muy curioso ver como un porcentaje muy alto de los ciclistas que participan en la prueba más dura y emblemática del ciclismo a nivel de aficionados, la Paris-Brest-Paris, 1200 km non stop bajo las duras condiciones climatólogicas de Francia, utilizan bolsas y mochilas de cotton duck. Lo que a priori podría ser algo de nostalgia por su sabor retro, sin embargo, no impide que este material esté cada vez más presente en el ciclismo por los excelentes resultados que ofrece al uso duro y extremo.
Hay varias marcas que fabrican bolsos y mochilas en cotton duck, y quizás una de las más conocidas sea Carradice.
Las bolsas de sillín Carradice Originals, fabricadas en cotton duck verde o negro y con herrajes en cuero marrón o blanco respectivamente, son tremendamente útiles, cómodas, resistentes y versátiles. Yo como experiencia personal he tenido varios años la bolsa de sillín Carradice Nelson, y solo puedo hablar maravillas de ella. La he usado con sol, con lluvia, viento, y aunque se iba percibiendo como el cotton duck se iba "sobando", cada día era más manejable y su aspecto mejoraba.
Carradice ofrece una variedad de tamaños y capacidad, para poder adaptarse al uso que le vayamos a dar. Es un producto muy bien hecho, de una calidad excelente y que te garantiza una bolsa o mochila durante muchos años de duro uso.
En una gama similar, con calidad de terminación pero en muy pocos tamaños tenemos la marca americana United Pedal. Exclusividad a precios exclusivos.
Los franceses que no debemos de olvidar que en esto del ciclismo, y en largas distancias, aún más, saben un rato, tiene una larga tradición en manufacturas esquisitas. Las bolsas de manillar en cotton duck de Gilles Berthoud son todo un ejemplo de lo bien hecho durante años y de la experiencia acumulada por miles y miles de kilómetros.
Una institución americana en el ciclismo, fabricante de cuadros de altísima calidad como Rivendell tiene su linea de bolsos y mochilas en cotton duck de nombre Sackville. Productos bien terminados, de gusto eminentemente retro y pensados para sus bicicletas clásicas y su propios portabultos.
Otra marca americana que tiene su propia linea de bolsas y mochilas en cotton duck es la americana Velo Orange. Marca especializada en el cicloturismo vintage y que imprime ese sabor en su bolsas cotton duck al mas puro estilo Giles Berthoud.
En la misma linea, otra empresa americana, Minnehahabags, fabrica productos para el ciclismo de alta calidad en cotton duck con un look algo más moderno y desenfadado.
Continuamos en el continente americano con Frost River que con una tradición de 250 años trabajando el cotton duck, tiene una linea de bolsas y mochilas para bicicletas. Calidad y tradición.
Para finalizar por este recorrido de fabricantes de bolsas y mochilas de ciclismo en cotton duck nos vamos a Japón y las manufacturas de Guu Watanabe, que al mas clásico estilo francés tiene una extensa linea de bolsas y mochilas para todo uso en gran calidad.
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